Cuanta vida en esos patios, los pequeños jugando, los mayores en lenta y apacible charla alrededor de la limonada y de la jarra de vino...Los corrales en plena actividad con los animales emitiendo diversos sonidos que se escuchan con sordina en las cuadras, al fondo y en perfecta armonía con las campanas de la vecina iglesia, que tocan a vísperas...Uno imagina estas cosas y las ruinas se dignifican. El visitante se llena de nostálgía y trata de sacar belleza de los más humildes rincones...y trata de llevar estas sensaciones al que contempla sus fotos...
SE MERECÍA, TENER UN APARTADO ...
ResponderEliminarBuenas Fotos, Justo
ResponderEliminarUn magnifico escenario