El escenario de mis juegos infantiles cuando el río Albarregas pasaba salvaje y totalmente cubierto de vegetación, cuando para cruzarlo era necesario hacer equilibrio sobre unas pasarelas de piedra de granito...el sitio secreto y oscuro de mi aprendizaje en el arte de Eros....mi modelo en la pintura...el paisaje de mis pensamientos oníricos... Los paseos con mi nieto...tramo actual obligado en la ruta del colesterol...y el prado de los Milagros, donde la luz baila libre en una especial danza ejecutada sólo para mí...A veces pienso que nuestros antepasados romanos no construyeron el acueducto para traer agua a Mérida, sino pensando en que yo, algún día disfrutara captando con mi cámara sus duros, delicados, matizados,ricos contrastes de luces, sombras y colores...El prado de los Milagros entre el acueducto, el puente, el río y la via ferrea...¡cuanta belleza por metro cuadrado!
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Qué pedazo de fotos!!!!
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