Ya no podía más. Tenía que ir a calmar mi mono, aunque la atmósfera estuviera más sucia que la de Madrid y no se viera el azul del cielo ni acostado sobre la yerba. Cogí el arma y salí a disparar a todo lo que estaba quieto, después haría la selección. He eliminado algunas piezas por su escaso interés cinegético, estas son las escogidas para vuestro banquete, señor.
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| Terrones y Mérida al fondo |
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| Camino, olivos y Mérida entre la nube de polvo |
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| Cereal y Olivos |
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| Mi barrio |
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| Almendros |
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| Espadañas y puente |
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| Ocaso en el cementerio |
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